jueves, 23 de febrero de 2012

expansión acelerada...

Segunda entrada. Las cosas han cambiado. Quizá no tanto, quizá nadie lo note. Pero... caramba, que hay cambios que ocurren en menos de un segundo. La sensación es que las palabras abundan, cual peces. Poner entonces una red. Sacar a los pobres peces al sol, y en lugar de esperar su muerte, intentar, solo INTENTAR que puedan respirar el aire acá afuera, acá arriba, acá. Sí, la vida de las palabras sobre la superficie de las cosas no es muy prolongada... alguna vez viven? alguna vez se arma el incendio, o es apenas una chispa? preguntas vanas, preguntas bobas. Todo podría ser dicho, solo que el TODO de lo dicho no tiene relación directa con el TODO de lo ocurrente, de lo que acontece, de lo que... deviene? Bueh. Palabras, siempre. Lindas, hermosas, raras palabras. Qué va a ser. Es lo que hay. Con todo lo desolador y lo festivo que pueda ser, señores: es lo que hay. Hoy: palabras. Mañana: palabras. Pasado: palabras. Siempre tras lo que ya fue... siempre quizá también anhelando que alguna vez sea de otro modo... y así de alguna manera el milagro se da: la palabra crea su propio reino, autónomo, sin necesidad de pagarle un humillante tributo a eso de ahí afuera, a eso que ahí afuera late, se contorsiona, gime, cruje... en fin, PA-La-Bras... saludos.

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