lunes, 16 de julio de 2012

Capítulo 1

Quizá porque cansa, nomás, hablar sobre lo escrito o lo que debiera escribirse o sobre la naturaleza del arte. Quizá porque en otro momento cansó el simple intento de hacer ficciones, o porque parecían haberse agotado las variantes de la construcción ficcional. Quizá porque no había ganas de cuento ni de ensayo ni de novela, quizá porque también embolaban las disertaciones, las divagaciones un poco banales, o porque uno ( yo) se sentía ya excesivamente permisivo en cuanto a qué escribir ("hoy me desperté... desayuné... escribí esto"), y quizá porque simplemente estaba ocupado bailando o tocando o haciendo quién sabe qué... por todo eso pues pasó un tiempo sin que considerase necesario dedicar un rato a publicar alguna cosa acá... vaya, hombre, cállese un poco. No exhiba todo lo que le pasa por la cabeza. Tómese su tiempo. Cuéntenos algo elaborado, elabore algo sobre ALGO, tenga un pensamiento, señor... ¿ acaso piensa que Tolstoi abría los ojos y se permitía compartir con la sociedad de su tiempo CUALQUIER zoncera peregrina que cruzara por su meditabunda cabeza? oh, no.

Bien, aquí voy: en la aldea de... en una aldea, donde una sociedad muy conservadora dedicaba el tiempo a juzgar a los... no, en la aldea... no, John Smith despertó al despuntar el día... no: abrió los ojos. El cielo sobre él... no, el tiempo... no, la mezquindad... el único amor de John Smith... el único amor de Rogelio Fernández amaneció sin vida el 16 de ocutbre de 19... Ahí. Amaneció en el Abasto, sin vida. En un departamento sin vida... amaneció sin vida en un departamento del Abasto. La ventana traslucía.... a través de la ventana un rayo moribundo... moribundo? agonizaba la luz del sol, aunque amanecía... amaneció agonizante la luz del sol, para iluminar el rostro sin vida del único amor de Rogelio Fernández... López... de Rogelio. 

Paróse un instante ( quién? Rogelio o su muerto y único amor?), paróse Rogelio sin saber nada sobre la muerte. Fue hasta su escritorio, sacó su Notebook... sí, su Notebook. Y escribió: "quizá porque cansa, nomás, hablar sobre lo escrito, o lo que debería escribirse, o sobre la naturaleza del arte...". Detúvose. Sí, digo bien, detúvose, y miró hacia atrás, hacia atrás donde quizá una presencia, desde donde quizá una presencia perturbó su calma, su aparente concentración, su sensación de estar escribiendo algo que alguien quizá hubiera querido leer de no haber muerto recientemente...

pregúntose acerca de sí mismo y de su capacidad de construir ficciones, y preguntóse por qué insistía en... por qué insistía... sí, por qué todavía vivo, y por qué con ganas aún, y por qué persistía su extraño amor, y por qué, también preguntóse por qué su amor no había telefoneado, telefonado, o como fuera... debe mi AMOR telefonearme? mi amor es mío? es ELLA mi amor? mi amor es mío, como podría pues confundirse con ella? en todo caso, claro, ella DESPIERTA mi amor, enlazándolo tal vez al suyo... soy imbécil, díjose Rogelio, no solo imbécil, también ocúrreme que detesto mi nombre... ROGELIO... es absurdamente falso, como si dijéramos un chiste de nombre, una paparruchada, una humorada de alguien perezoso para nombrar a un ser... hablo de mis padres? siempre...

mi vida, pensó Rogelio ( que de él y solo de él hablamos), debe estar fragmentada en capítulos, afortunadamente divididos por apagones, por oscuridades que permitan reorganizar la percepción, la...

...quisiera pues apagar aquí esta secuencia y retomar la narración más adelante, tal vez cuando me encuentre con ella, o con él, es decir, con mi amor, con mi amor por ella, con mi regocijo ante su presencia, ante su...

... no todo lo que me ocurre es digno de publicación... pensó...

... así será, entonces... hasta dentro de un rato... hasta el próximo capítulo... hasta que algo o alguien me haga sentir que vale la pena...



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